Increíblemente, no salió nadie malparado (de momento). Ramas caídas, tendidos eléctricos al garete, raspones, choques y abolladuras (los chapistas se aprestan a su particular semana grande), coches aplastados por el arbolado, aplastados por alguna marquesina desplomada.... También muy mal rollo con las autoridades, habituales chivos expiatorios de este tipo de sucesos, que además gustan de navajearse entre ellos.

Aunque si el fin de semana ha tenido un bellaco de excepción, este fue Florentino Pérez, el magnate de Iberpistas, con 3.000 familias pernoctando en medio de la helada y todo porque la concesionaria de la AP-6 (y AP-61 y AP-51) no movilizó sus quitanieves, según explicaban fuentes de la Guardia Civil en la Cadena SER. Menos mal que, por una vez, los afectados tuvieron peaje gratis (maticemos, que alguno no, se lo pregunten al concejal Alfonso Reguera), pero habrá qué ver en que queda tamaña negligencia. Así se hace el dinero: presto para cobrar, calmo para pagar, que ya está la UME para lo que pueda ser.

Han caído algo más de 20 litros en forma de nieve y de manera continuada. La previsión promete una tregua para el lunes, aunque con colegio opcional para los críos, si bien la nieve dará paso a una helada de aupa, a menos 7 grados se coloca la previsión de mínimas en Segovia. Por muchas calles habrá que ir con grampones en los pies y un salero en las manos. Para el martes y el miércoles, más chubascos, probablemente de agua, con lo que la riada puede ser, también, histórica.

Aislados en Palazuelos, el domingo, en la panadería, con colas de 40 minutos y el panadero horneando a toda castaña hasta acabar con la harina, era la pregunta del día. ¿Es esta la mayor nevada en mucho-mucho tiempo? Todo indica que sí en cuanto acumulación de nieve, los más viejos se remontaban a 20 años atrás para recordar algo así. Y entre tanto, en la cola, nervios. A nadie le gusta mojar huevos fritos con pan Bimbo.  "Deme diez barras", solicita una señora. Rum-rum en la fila, que ven como los canastos de pan se agotan según descargan las bandejas. "No hay derecho, acaparadora", acusan a la interfecta, que abochornada, explica que es la "delegada" de una calle, comisionada para la compra del pan de varias vecinas. Hay favores que no se pagan con dinero y, definitivamente, ya no estamos preparados para esto.

"Como en los años 40", sostenían en el Bar de Arriba, Tabanera, refugio de varones sudados tras trasegar con la pala. Días así la gente se une y se ayuda a desatascar coches, a empujarlos... Hasta el coche del señor alcalde, atrapado entre la nieve y metido en casa a empujones por unos bravos paisanos.  Como en la foto del barrio de El Carmen, que abre esta información, con los vecinos de improvisada Hacendera para despejar una calle que "el plan de emergencia" no considera vital. Es una más.

Lo que no quita para que la rajada contra las autoridades sea morrocotuda. Que no hay derecho, que si el IBI, que si no pegan ni sello... Cierto, algunos pueblos parecen enterrados en nieve. Pero las voces que abogan por un poco de comprensión, atendiendo que cosas así pasan cada... ¿cuánto?, son rápidamente acalladas. Alegra saber que la gente aún tiene dinero para pagar con sus impuestos ¿cuántos?... ¿30 quitanieves? ¿40 y sus respectivos turnos de operarios? Ocho tiene el ayuntamiento de Segovia, quince la Diputación, ambos para centenares de kilómetros de calzadas. Un número indeterminado el ministerio y, al parecer ninguno el señor Florentino Pérez, que es el que saca tajada de ello. "Me metí en la autopista porque pensé que tendrían más medios. Luego veo que la nacional estaba despejada, la AP-6 ya ves", explica un paisano, atrapado de vuelta de vacaciones en un hotel de Villalba.

En fin, pelillos a la mar. Nos despedimos con un revolitjo de fotos cazadas de las redes sociales, donde una vez más, la nevada se ha convertido en un virus de esquiadores, muñecos de nieve y apabullantes monumentos aguantando tempestades.

La Nevada en las Redes