El fragmento desprendido de la estatua de la viren y otros trozos menores.
El desprendimiento, ocurrido este 18 de abril, de un trozo de la imagen de la virgen instalada hace cinco siglos en la hornacina Este del Acueducto ha puesto en guardia al departamento de Patrimonio del Ayuntamiento de la capital que ahora baraja retirar la estatua para sustituirla por una copia “en material más resistente que la caliza” mientras que la original, una vez restaurada, iría a parar al Museo provincial.
Son las “primeras soluciones que se barajan” en el Ayuntamiento ante el deterioro de una talla fabricada en piedra caliza, un material que sufre fácilmente el desgaste al que le someten las inclemencias meteorológicas y que según la alcaldesa, Clara Luquero, este año se han hecho más evidentes por el duro invierno de nevadas y lluvia que ha sufrido la capital, un hecho cierto, tanto como que la talla ha aguantado cinco siglos de las mismas o mayores durezas climáticas sin que nadie se planteara su retirada del hueco situado a 25 metros de altura, en la parte más elevada del monumento romano, que ocupa.
“Ya se hizo algo parecido cuando se restauró la Puerta de Madrid” defendió la regidora en referencia a las deterioradas estatuas, también de piedra caliza, que adornaban aquel arco situado en el barrio del Cristo del Mercado.
Mientras los socorridos técnicos estudian esta posibilidad, Luquero aseguró que la estatua será restaurada incluyendo la reposición del trozo desprendido sobre el Azoguejo este 18 de abril, correspondiente al pie del niño que la virgen sujeta en sus brazos, de un tamaño aproximado de 15×8 centímetros.
Cabe recordar que el Ayuntamiento decidió hace dos años retirar la bandera con los colores de España que tradicionalmente instalaban cada año, con motivo de la festividad de su patrona, Santa Bárbara, los alumnos de la Academia de Artillería, dejándola ahí todo el año hasta su renovación cada 6 de diciembre. Entonces el equipo de Gobierno justificó la decisión argumentando que había recibido quejas por su presencia sobre el Acueducto y afianzó su postura asegurando que la tela hacía sobre la talla un “efecto lija” de desgaste de la imagen.
La tradición de instalar la bandera de los artilleros se remonta a los años 50 del siglo XX y fue iniciada por un grupo de montañeros encabezados por el periodista Cirilo Rodríguez a instancia de los mandos de la Escuela Militar.
“El granito aguanta y aguanta, lo demás no”.
Los desprendimientos de partes del conjunto del Acueducto se han hecho casi habituales en los últimos meses en los que también se han registrado caídas de parte del mortero del muro que sustenta el canal del monumento, otra parte “añadida” a la Puente Romana. “El granito aguanta y aguanta, el resto de los materiales se desgastan mucho más”, explicó la regidora que trató de tranquilizar en este sentido porque se han hecho revisiones de ese espacio en los últimos meses “y los técnicos no me han llamado para decirme que haya nada preocupante”.
19 abril, 2018
El granito, aguanta, lo que aguanta… más, sí (y según). Pero también se deteriora. ¿O las piedras del monumento han tenido siempre esa forma?. ¡Joder! con la de masterCifu que hay por el país.
19 abril, 2018
Eso, gasten el presupuesto de los ciudadanos en hacer otra talla igual que la que está ahora… ¿Y si hacen una consulta popular, preguntando a la gente si quiere gastar unos miles de euros en una talla o en otra cosa?
Como estado laico que se supone que es España, quizá es hora de plantearse ciertas cosas a la hora de gastar dinero público…
Les dejo la idea de poner el escudo de Segovia en dicho hueco o, algo más jocoso, un cochinillo al estilo del “manneken pis” de Amsterdam, que quizá sería más emblemático y representaría más a esta ciudad…
O no pongan nada, que es más barato y fácil de mantener!
Ahí lo dejo!
19 abril, 2018
Para contentar a todo tipo de progres, izquierdosos, anticlericales, podemitas, protestones, republicanetes, indepes, etc, etc, etc, e incluso al new-ateo LP, lo mejor, es que nuestra Alcaldesa de Cultura prepare un concursito en el próximo Hay Festival, para que concurran los mas afamados escultores-chapistas, y preparen una Virgen lo mas abstracta posible con piezas de desguace, y que después el Ayuntamiento la compre por una pasta, como ya hizo con la “joya” de la rotonda de la Plaza de Toros.