El PEAHIS, ese Guadiana urbanístico que fluye a trompicones por los despachos del consistorio segoviano desde 2007 (aunque hay quien se remonta a los 90 del siglo pasado), completó el 8 de junio otra etapa más, ¿pero cuál?
Pues no se ha producido la aprobación inicial, ni la segunda inicial, ni tampoco la definitiva, que dándose bien llegará a primeros de 2019 (según las últimas previsiones del concejal del ramo, Alfonso Reguera). Lo que el pleno aprobó con los votos a favor de PSOE, PP, C’s y UPyD-Centrados en Segovia y en contra de IU (24 a 1) fue el documento resultante del primer proceso de alegación pública (328 alegaciones), más la subsanación de recomendaciones y prescricpciones sectoriales de las administraciones implicadas (una decena; desde Defensa a la CHD, desde la dirección general de Telecomunicaciones a la comisión de Patrimonio), más los 14 convenios urbanísticos pactados entre propietarios y ayuntamiento.
Así enmendado, el PEAHIS pasa ahora a una segunda fase de alegación pública (30 días) al cabo de los cuales volverá a pasar por la rueda de los “organismos vinculantes” (Defensa, CHD, etc…). Si todo va bien (y rápido) en octubre podría empezarse a tramitar la recta final, la aprobación definitiva y el documento entraría en vigor muy a finales de 2018 o, ya más prudentemente, a primeros de 2019 (si todo va bien).
¿Cuándo empezó todo? El Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia es un documento que emana del PGOU de 2007. Dadas las características patrimoniales de la ciudad se estimó oportuno reglamentar aparte las condiciones urbanísticas de laSegovia intramuros y zonas de especial relevancia patrimonial y paisajística con un documento específico, el PEAHIS. Lo que eran “unos pocos meses” se convirtió en un pantano burocrático. A trancas y barrancas, con continuos rechazos y vuelta a empezar, en 2015 se llegó a la aprobación inicial.
En estos dos años largos ha habido que resolver las 328 alegaciones (143 rechazadas, 83 aceptadas y el resto parcialmente aceptadas). Asimismo, y como limitar los derechos sobre suelo urbano consolidado en algunas áreas especialmente importantes hubiera supuesto entrar en expropiaciones o compras (sobre 50 millones de euros), en este tiempo se han pactado 14 convenios específicos. Zonas como el Obispado o las Concepcionistas, en el caso histórico, o el chalet de los Rueda en el Paseo Nuevo. Básicamente, estos documentos regulan en qué condiciones construir en estas zonas, qué elementos conservar (si es el caso) o, como pasa en el último convenio elevado al pleno -precisamente el del 8 de junio- tendente a solventar el cuello de botella en Antonio Machado con José Zorrilla. Estos convenios se incorporan al PEAHIS, como zonas “desagregadas” de la normativa general.
896 edificios protegidos
Pero lo más complejo ha sido actualizar las fichas de catalogación de edificios. “Las fichas del PGOU estaban mal hechas. Había muchos errores. Lo hemos tenido que revisar completamente. Para eso contratamos a dos arquitectos, una de la parte histórica y otro de la constructiva”, explica Reguera. Ejemplos: “en la calle Real había edificios con protección estructural -que obliga a preservar volumetría y conservación de elementos- cuando en realidad lo único interesante era, acaso, el mantenimiento de la fachada. En el obispado había una protección íntegral para toda la parcela. No es lo mismo el obispado que la casa rectoral. Había errores incluso de bulto, como un edificio con elementos del siglo XI que eran del XVI”, ejemplifica el concejal. Son cuestiones de gran alcance. Si no se pueden modificar los espacios interiores de un edificio por contar con una protección integral se dificulta enormemente la rehabilitación.
En general, la revisión ha permitido hilar más fino. Proteger lo que hay que proteger y facilitar la rehabilitación. Así hasta definirse figuras de protección para un total de 896 edificio, 523 en el recinto amurallado y el resto extramuros.
Debate del Peahis en el pleno de Segovia.
El no de IU
El paso por el pleno permitió también fijar las posiciones de los diferentes grupos. Empezando por el único que votó en contra, IU. Su portavoz Ángel Galindo mostró su desacuerdo al aumento de edificabilidad en Segovia, pero sobre todo, lo que late en el no de IU, es el carpetazo que se da a históricas reivindicaciones del grupo, como la casa de la Parra y otros en los que IU ha denunciado irregularidades. El PEAHIS permite legalizar lo que hay. IU pierde por agotamiento burocrático una de sus banderas históricas.
“A favor porque Segovia no puede esperar más”, resumía Cosme Aranguren, de UPyD-Centrados en Segovia, destacando también la activa participación de los grupos en el consenso del documento. Por idénticas razones votó a favor Ciudadanos, si bien su portavoz María José García destacó que el PEAHIS “nace viejo y carece de una idea de ciudad; no apareja soluciones de viabilidad”.
PP: Los errores los pagamos todos
En su terreno, la arquitecta portavoz del PP, Raquel Fernández, fue más allá que el resto en la denuncia de los diez años de retraso yendo a las causas. “Han tardado 10 años por un mal planteamiento inicial, una vez más los errores nos cuestan mucho a los segovianos”, dijo. Recordó que en su momento había dos estrategias, una dividir el PEAHIS en pequeños planes especiales más manejables, la otra, la que finalmente impuso Pedro Arahuetes de aglutinarlos todos en un único documento. Con el agravante de los errores en la catalogación impidiendo la adaptación en viviendas de muchos elementos.
Diez años de retraso (y lo que queda) en que la superposición de normativas que ha acarreado una diabólica judicialización del urbanismo capitalino. Más imposibilidad de iniciar actuaciones de calado por la suspensión de licencias y incertidumbres jurídicas que detraían cualquier inversión.
No faltó la pulla final a Clara Luquero, que ha acusado al PP de no aportar nada. “usted ha dedicado al urbanismo la mitad del tiempo de lo que hemos invertido los del PP. Reconozcan el trabajo”, dijo la jefa de la oposición.
Fue un pleno corto, que empezó a las 8:30 para terminar a las 10:30. Clara Luquero minutó al detalle cada intervención, y especialmente las de su concejal, Reguera, limitando a dos el turno de palabras; a las 11 debía inaugurar una exposición de fotos en la Cárcel de Segovia.
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