Posted By Luis Besa on 1, Ago, 2015

Partamos de la base que vaaale…. Subir por la Calle Real entre las 9 y las 11 es un caos. Camiones que pasan limando picos, fotógrafos orientales a los que hay que salvar a empujones de perecer aplastados. Viandantes pegados a una fachada mientras el retrovisor de una superfurgoneta pasa a milímetros de sus pestañas… Partamos de la base de que, bien, todo lo que sea avanzar en la peatonalización es bueno pero -¡ojo!- siempre que existan alternativas. Siempre que el precio a pagar sea “razonable”.

Regular la carga y descarga es complejo. No es lo mismo el del estanco que el Eroski. No es igual un bar cafetería, abierto a las 8, que un restaurante. No es lo mismo el comercio que concentra ventas en fin de semana, que el que lo hace a primera hora del lunes.

Se dirá, contra este planteamiento, que todo cambio genera resistencia. Cuando Escobar peatonalizó Fernández Ladreda la ciudad puso el grito en el cielo. Aquello suponía dividir Segovia. Y era cierto. Pero nos hemos acostumbrado y hoy nos parecería una cafrada ver de nuevo pasar coches bajo el acueducto. Además, acción-reacción, lo cierto es que la medida activó un nuevo eje urbano (en detrimento del recinto amurallado, también).

Pero pienso que la carga y descarga es un problema distinto. Para empezar tiene un impacto económico directo en los establecimientos. Tal vez si Segovia fuera Madrid y la Calle Real la calle Alcalá si cabría decir a los empresarios, ¡a joderse! Ganáis bien, es un pequeño sacrificio que podéis afrontar. Pero me da la impresión que el sector servicios local, especialmente en el centro histórico, sobrevive apenas. ¿Se ha parado Clara Luquero ante todos y cada uno de los locales con el cartel de cerrado que jalonan ese espacio? Debiera.

Y este problema, después de todo particular, no es nada comparado al contexto general: declive del centro histórico de Segovia. ¿Restar competitividad a las empresas ahí ubicadas suma o resta?

Hay cosas que me sacan de quicio. Cierto concejal de Arahuetes, encendido partidario de peatoanalizar sí o sí, me dijo una vez que la muerte de los cascos históricos es “inevitable”.La gente no quiere vivir allí. Era igual que yo le pusiera mil millones de ejemplos de que es precisamente lo contrario. Para el que piensa a topicazaso nada mejor que un buen tópico más, aunque sea contra la realidad. Yo he visto el Born de Barcelona pasar de ser un gheto intransitable a tener los alquileres más caros de la ciudad. ¿Cómo lo hicieron? Pues (amén de relajar el urbanismo) dejándose de fundamentalismos y con mucha flexibilidad a la hora permitir el tráfico vecinal. Coexistir. Escuchar, trabajar a favor de los intereses económicos, no en contra, buscar espacios comunes.

Una buena vía para desatascar tráfico es discriminar tipos de carga, zonas, franjas horarias. Establecer horarios por tipología de negocio y zona. El del Eroski a tal hora, los bares a tal otra… Pero claro, cuando se publica que una medida así en hostelería, de entrada se desestima para no molestar al turismo oriental… O sea, que la carga y descarga no solo tiene que atender a la racionalidad, sino a la satisfacción de turistas según costumbres…. Alucinante. Que alguien suelte este tipo de paridas no es novedad, que los responsables municipales se las crean eso ya… ¿Qué es más estratégico para la ciudad, el comercio intramuros o el turismo chino? ¿Quién deja más dinero y empleo? ¿Es cierto que los turistas chinos no vendrán si se aplica tal medida? ¿No les suena todo a improvisación, chapucismo y paletada, a observación socarrona de un castizo pico-listo mientras apura la caña en la Tropical? ¿O mero cuento para enmascarar que a según que horas habría que desmantelar terrazas, que es la pura verdad, y que es la otra parte del cuento, la dificultad añadida -pero necesaria- de compatibilizar comercio y terrazas?

Pero me da que a Luquero todo eso le importa un pito. Ve furgonetas, obstáculos, no la riqueza que hay detrás ni el favor que le hace el comercio de mantener mal que bien un espacio urbano en declive. Eso no lo quiere ver, o no sabe. Se dirá que abrir una hora antes es poco sacrificio. Ya. Imagino a Clara Luquero diciendo a sus funcionarios que en octubre se empieza a currar a las 7. A ver qué pasa. Y eso que lo que para uno no tiene coste para otro sí, que para el comercio madrugar no quiere decir cerrar antes, no… Quiere decir cargar más trabajo en la plantilla, encarecer costes…  ¿Lo sabe Luquero? No tiene ni idea o casi peor, no le importa.

Eso cuando no se cae en lugares comunes del tipo el horario comercial es disfuncional, trabajan poco, son unos señoritos que ganan mucho y se quejan poco. Unos retrógrados millonetis sin ideas y encima malcarados. Por increíble que parezca, por tonto que suene, aún hay segovianos que piensan así.

Y por último las formas. “Todo diálogo”, “participación”, “puertas abiertas”, se llenaba la boca en campaña electoral. Dos meses después la jugada es monto una reunión, les explico a los afectados lo que hay. A ver, ¿alguna idea por aquí? No, esa no vale, que ya lo miramos y se vio que no. Le damos una vuelta, y tranquilos, que esto hasta octubre no se aplicará.  Y a casa tranquilita con la conciencia en paz. Qué buena soy. ¿De qué va?

Vital del todo punto en esta ciudad es dejarse de topicazos y gobernar en función del interés general. Para mí, y en este caso, el interés general pasa por dinamizar el casco viejo en primer lugar (algo en lo que el PSOE viene fracasando desde hace demasiados años). Un casco histórico muerto es algo que Segovia no se puede permitir. Moraleja, antes de entrar a saco con las ordenanzas municipales, pensar.

PD. Un consejo, que cuide Luquero más su profesionalidad y sea rigurosa a la hora de implantar medidas que afectan a la economía de la ciudad que dice gobernar. Que cuide las formas con la oposición. Razón llevan los grupos en mosquearse por no ser ni informados.  Mejor atienda doña Clara ese flanco no le vaya a pasar que un día se le apruebe una moción a lo Real Sitio de la Granja y le bajan el jornal. Que, después de todo, es lo que ella está pretendiendo hacer con el sector comercial.

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