María José García, en la conferencia de prensa.
Los errores detectados por las empresas en el pliego del transporte obligarán a llevar de nuevo a aprobación plenaria el pliego y supondrán retrasos añadidos de al menos tres meses, “una pérdida de tiempo otra vez con la que estamos en contra”, según señaló la concejala de Ciudadanos, otrora sumamente belicosa por la pérdida de tiempo en la renovación del servicio aunque ahora conforme con “determinar quién es el responsable” y darle “un aviso o un toque de atención”.
El grupo naranja tampoco parece demasiado interesado en profundizar en las causas que han desembocado en la caducidad del recurso de reposición de legalidad urbanística por infracción grave que pesaba contra el exconcejal socialista, Juan Cruz Aragoneses, por prescripción de los plazos de comunicación —cuatro años— que debía haber seguido el Ayuntamiento. “Es evidente que tenían que haber sido más cautelosos. No estamos de acuerdo en la actuación que se ha llevado a cabo”, zanjó en segundos la concejala en respuesta a un grupo de informadores.
Ciudadanos se perfila para erigirse, por segunda vez, como grupo de apoyo para que el PSOE logre sacar adelante los presupuestos de 2018, aunque García se apresuró a matizar que “aún no tenemos nada decidido”, mientras que su grupo está “estudiando” el grado de cumplimiento del acuerdo que ambas formaciones alcanzaron el año pasado, cuando las cuentas se aprobaron gracias a la abstención de C’s.
No obstante, más que repasar el listado, ante los periodistas la portavoz se vio obligada a realizar una exhibición de imposición de paños calientes para justificar, por ejemplo, que la auditoría de Urbanismo —uno de los puntos neurálgicos del acuerdo— siga en el punto de “compromiso formal de que se va a hacer” achacando el estancamiento al cambio de interventor municipal, que las obras de la calle de San Juan no estén aún iniciadas aunque “se licitarán antes de que acabe el año” o que el edificio del Cat se mantenga en la misma situación que hace un año.
La participación ciudadana directa en los presupuestos también se mantiene en el horizonte mientras que Ciudadanos ve en las reuniones que ha mantenido con vecinos y la recogida de propuestas concretas de estos en sus servicios digitales el embrión de un “verdadero presupuesto participactivo” cuya aplicación aplazó ya hace meses el Gobierno socialista a la elaboración de las cuentas de 2019, dentro de un año.
A vueltas con el agua.
García había convocado a los medios de comunicación a una conferencia de prensa en la que trató de explicar los avances de las reuniones de la Mesa del Agua que en las dos sesiones celebradas hasta ahora se han centrado en las explicaciones, bajo el punto de vista del PSOE municipal, de los proyectos de recrecida de Puente Alta, en Revenga, y de la nueva presa en el Ciguiñuela, siempre bajo el mismo prisma. La portavoz, que parecía asumir los pros y los contras de ambos proyectos según la tesis municipal insistió en la necesidad de estudiar un tercer proyecto de presa, aguas arriba de la actual del Pontón.
La edil tuvo algunas dificultades a la hora de referirse a las quejas del grupo popular por la inexistencia de orden del día en estas reuniones y la posible “instrumentalización política” del organismo. En este sentido apuntó que el contenido de la primera reunión no se conocía previamente por su carácter “constitutivo”, mientras que al final de esa reunión se apuntó que en la segunda se trataría el proyecto del Ciguiñuela “y más o menos todos sabíamos de qué iba”.
Para la tercera reunión ni siquiera hubo anuncio de palabra sobre el contenido que tendrá porque “[la segunda reunión] fue muy acelerada porque había prisa porque había actos después y nos fuimos sin dejar el orden del día prefijado”, reconoció, aunque aventuró que “los convocantes comunicarán un orden del día”.
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