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Centrados enmienda para aislar el Cat del resto de las inversiones municipales

El grupo municipal de Centrados en Segovia buscará en el pleno del 1 de febrero la complicidad del resto de la oposición en el Ayuntamiento de la capital para tumbar la intención del Gobierno de Clara Luquero de aprobar en un solo paquete la modificación presupuestaria mediante transferencia de crédito a partir de los presupuestos prorrogados del año pasado, necesaria para acometer las inversiones que planifica la socialista.

El líder de Centrados, Cosme Aranguren.

A través de una enmienda, el grupo que lidera Cosme Aranguren tratará de forzar que las modificaciones se dividan en dos partes y se voten por separado. Por un lado las inversiones en las que todo los grupos están más o menos de acuerdo —básicamente, la construcción de un ascensor entre Gascos y Vía Roma, la restauración de nuevos tramos de la muralla, o el sostenimiento de la empresa municipal, Evisego, entre otras— por 1,8 millones y por otro el verdadero “caballo de batalla”, la nueva inversión millonaria para acabar las obras del edificio del Cat que, aparentemente, ningún grupo quiere permitir en las condiciones de incertidumbre que siguen rodeando el futuro del inmueble y que supone un gasto de 2,5 millones.

El portavoz de Centrados asegura que con la enmienda trata de evitar la estrategia del equipo de Gobierno, al que acusa de usar las inversiones “como si fuesen rehenes” para forzar que alguno de los grupos permita la aprobación del paquete que incluya la obra del Cat para el que toda la oposición exige que se presente con detalle el Plan de gestión del edificio y se garantice formalmente el compromiso de las empresas que dicen estar “interesadas” en usar el edificio, aunque sin un solo documento firmado.

El edificio Cide del Cat.

En el caso de que la enmienda saliera adelante con el apoyo en bloque de toda la oposición —PP, Ces Centrados e IU suman 13 votos sobre 25— el Gobierno municipal se vería ante una complicada situación por la posibilidad de que el proyecto estrella de este mandato, el edificio de la carretera de Madrid, se quedara sin presupuesto y con ello, sin posibilidad de terminarse otro año más. O peor aún, que le tumben la totalidad de su proyecto de inversión para este año.

Lo cierto es que el equipo de Luquero aparenta cierta indolencia ante la planificación económica de 2019. Primero, en una decisión inédita en el Ayuntamiento, renunció siquiera a elaborar un borrador de presupuesto sabedor de que la oposición se lo tumbaría, y ni siquiera intento negociar algún tipo de acuerdo con los grupos. A cambio, optó por la fórmula de prorrogar el presupuesto del ejercicio anterior tratando de adaptar aquel capítulo de inversiones a las necesidades de 2019 con dos asuntos irrenunciables: el pago de las últimas facturas millonarias derivadas de las sentencias judiciales y la culminación de su proyecto estrella, el edificio del Cat.

Para lograrlo necesita la abstención de, al menos, un concejal, en la votación de los créditos presupuestarios o lo que es lo mismo, el acuerdo con uno de los grupos de la oposición, aunque tampoco en ese sentido ha habido iniciativa alguna para llegar al acuerdo. Luquero y su equipo se han limitado a presentar su propio proyecto sin admitir cambios con el único discurso de que no apoyarlo “es una irresponsabilidad”, no contra su propia estabilidad política, sino contra la ciudadanía, un discurso que la oposición se niega a aceptar y que dificulta aún más las posibilidades de encontrar apoyos.

El portavoz socialista y concejal de Hacienda, Jesús García, reconocía este miércoles que hasta ahora “ningún grupo se ha mostrado favorable” a aprobar su propuesta y preguntado por la posibilidad de que la oposición la rechace aseguró sin demasiada capacidad de convencimiento tener un enigmático “plan B” del que “tendrán ustedes conocimiento si eso se produce”, dijo a los periodistas.

Es muy probable que le haga falta. Todos los grupos de la oposición están de acuerdo en la necesidad de votar por separado los proyectos de inversión y el bloque también reclama al unísono garantías en cuanto al edificio del Cat. En ese coro figura hasta Ciudadanos, que en el acuerdo que alcanzó para permitir aprobar los presupuestos de 2018 admitió la planificación de inversión plurianual para las obras del Cat —medio millón en aquella anualidad y el resto en 2019— pero que ahora mantiene una posición contraria a dar luz verde al gasto de este año.

“Hay una falta enorme de trabajo en el equipo de Gobierno y son ellos los que han roto los compromisos que adquirieron”, se justifica desde hace semanas la portavoz liberal, María José García en lo que parece el anuncio de un voto en contra.

Peahis y José Zorrilla

Las alegaciones del Peahis irán al pleno.

La importancia de la planificación económica que se debatirá en el pleno no oculta otros asuntos de trascendencia que también conforman el orden del día en el que figura la resolución de las alegaciones presentadas al Plan de Áreas Históricas (Peahis), basado en informes que los grupos tratan de estudiar a toda prisa por haberlos recibido esta semana  o la aprobación que pretende el Gobierno socialista de la memoria para determinar el modelo de gestión directa del aparcamiento de José Zorrilla, del que también se ha facilitado tarde la información y que la portavoz del PP, Raquel Fernández, ha considerado un mero cúmulo de informes deslavazados, además de mostrar su desacuerdo con los precios que se proponen para los usuarios que a su juicio son “demasiado altos”, lo que haría la infraestructura poco competitiva.

Author: Fernando Sanjosé

Segovia (1967). Periodista.

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