Posted By Luis Besa on 4, Abr, 2019

Mariano Fuente.

Suele ser hasta cierto punto “normal” que, coincidiendo con la campaña electoral, el candidato presente un libro. Sobre su visión del mundo, lo bien que lo hace todo y lo mal que lo hace el resto.

Pero Mariano Fuente no es un candidato “normal”. Desde que regresó a Segovia procedente de Madrid e Inglaterra, pasando por Ayllón y jubilándose como profesor de secundaria en La Granja, este segoviano de Valtiendas ha sido recurrente cabeza de lista al Senado de “los comuneros”, los nacionalistas castellanos de izquierda hoy en Partido Castellano – Tierra Comunera y para el próximo 28 de abril integrados en la sopa de letras de la candidatura Recortes cero-GV-PCAS-TC (Recortes Cero + Grupo Verde + Partido Castellano y Tierra Comunera) . Hasta ahí lo normal, si hay elecciones, Mariano está.

Más noticia es que Fuente nos sirva, a través de Ultimos días de Adonay en la ciudad menguante, un espectacular relato de los lóbregos días en que la inquisición se instaló en Segovia para ensañarse con el centenar de familias hebreas que desde tiempo inmemorial habitaba la ciudad. “Estaba trabajando en otra novela y el personaje llamó a la puerta, toc-toc, y me metí de lleno”, cuenta. El personaje es Abraham Ben Isaque Cárdaba (el apellido rinde homenaje a su Valtiendas natal), Fernán Pérez de cristiano. “Nací el dieciséis del mes de siván de cinco mil doscienteos y trece de la Creación del Mundo…por los días que fue descabezado en Valladolid aquel recordado Álvaro de Luna… Me parió mi madre al comienzo de la call de La Lana de la judería de esta ciudad de Segovia en la casa lindera con la Yuda Serrano, a unos pasos de la de Daví Tasarte, la que hace esquina con la calla la Çapateria…” relata Isaque/Fernán. A partir de aquí siguen 200 intensas páginas de prosa de alta calidad con los avatares del escribano Cárdaba, a través de cuyos ojos asistimos al declive de la Segovia isabelina tras los tiempos de esplendor de Enrique IV, a episodios como el ensañamiento contra el obispo converso Arias Dávila, y sobre todo, a la epopeya de Isaque, que llegada la diáspora, y ante el dilema del exilio o la conversión, deberá optar por la familia o su casa, su fe o su posición, el desarraigo interior o el exterior.

La novela descansa en tres ejes. Una prosa alucinante, que bebe de Santa Teresa, el diccionario etimológico de Corominas, la Celestina, la lengua como construcción de la mentalidad del personaje. Luego está el rigor de la recreación. . “Tuve suerte, en el archivo encontré a Bonifacio Gil, le expuse el tema y me sacó un libro verde, era el Fontes Iodourum regnum castellano, una recopilación de pleitos de la inquisición contra los judíos. Allí encontrabas testimonios precisos de la denuncia, de como tal dama se vestía especialmente para el Sabath o de como sorprendieron a tal converso sacrificando un pollo al estilo kosher“. Una verdadera mirilla al mundo de los conversos de finales del XV segoviano. La presentación será el 12 de abril, a las 20:00 horas, en la librería Entre Libros.

No era una comunidad muy grande, entre 100 y 200 familias, básicamente dedicadas a los oficios, el comercio y la banca. Extendidos por varias zonas de la ciudad, como ha documentado el cronista de Segovia, Antonio Ruiz. Hasta que en 1478 irrumpe la inquisición, con una primera hoguera en 1481. Después llegó el gheto, la concentración en la actual judería, para finalmente la diáspora de 1488. Los que no partieron quedaron al permanente escrutinio de la Suprema, pagando multas, incautaciones, cárcel y hasta la vida.

Aunque esta, editada por Derviche, es su primera novela en muchos años, Fuente no es un recién llegado. Allá por los 90 debutó con notable éxito con novelas para el público juvenil. Luego se enfrentó a un doble reto “correr un maratón nocturno en mi Valtiendas natal. Cuando me repuse, cinco años después, conté la experiencia”. Más recientemente, ha colaborado en dos proyectos de Derviche, el Segovia Negra y el Segovia histórica. Adonay es un producto de madurez. Una joya de ideas claras, amenas, concisas, con un fenomenal rigor, pero sin pizca de pedantería.

Como no podía ser de otra manera, el libro refleja también las inquietudes políticas del autor. “Te das cuenta que en aquella época todos eran unos pobres desdichados en manos de los poderosos”, dice Fuente. Su compromiso con la izquierda es una constante en su vida, si bien enclavado siempre en el Partido Castellano, testimonial, con apenas una veintena de militantes, pero que siempre opta por visualizarse al margen de IU o Podemos. Lo suyo suena a judío, pero más bien a la delirante facción de la facción de la contra-facción de la Vida de Bryan. Le pregunto porque no van con Podemos e IU y protesta, “es posible que con IU vayamos en alianza para las autonómicas, pero aquí están muy crecidos”. Respecto a Podemos “lo que dicen me suena a la retórica universitaria del 75, es como reaccionario”, sentencia.  Partidario de que la Constitución acoja el derecho a decidir, reconoce que en “el PCAS has de todo, pero yo pienso que mejor juntos”.

Comparte en tu WhatsApp