Del 31 al 11 de agosto se está desarrollando en el campus María Zambrano de la UVa en Segovia el seminario Inteligencia Artificial y Semántica Computacional, de la mano de la Escuela de Ingeniería Informática de Segovia y la empresa -dirigida por el segoviano Sinuhé Arroyo- Taiger.
“Pongo a mis alumnos este ejemplo. Busco información sobre Malta, la isla, el país. En un buscador convencional esa información me viene mezclada con la relativa a “malta”, el cereal. Eso es porque las máquinas no piensan, no entienden el lenguaje. Nuestro trabajo es que lo entiendan”, explica Miguel Ángel Marín, coordinador del curso y profesor e investigador en Segovia de semántica computacional.
Semántica computacional e inteligencia artificial son dos caras de lo mismo, aproximar a las máquinas a la manera como los humanos entendemos el mundo. Por decirlo de otro modo, se pretende llevar la manera como entendemos el mundo a codificaciones susceptibles de operar en máquinas. “Es como enseñar a un niño”, explica Marín, y muestra un gráfico de flujos. A partir de un mismo evento, por ejemplo el concierto de Ara Malikian, se referencia una consulta del tipo “dónde”, “a qué hora”, “cuánto cuesta”. Por así decir se generan conjuntos de datos referenciados, de manera que al introducir “Ara Malikian” en un buscador porque nos interesa presenciar su próximo concierto, la pantalla nos devolverá -no una foto del violinista, ni una una información de su actuación en 2012- sino la información concreta qué busco. Dónde es el concierto, cuánto es la entrada, etc.
Añadan a ello la otra cara de la moneda, la inteligencia artificial, que, entre otras cosas, permite que la máquina vaya “afinando” con el tiempo en los aciertos, que aprenda de sus propios errores (¿pues qué es la inteligencia sino recordar qué pasos llevan al acierto y qué pasos al fracaso?)
El campo es la vanguardia de los sistemas informáticos actuales, con un amplio abanico de posibilidades. Tanto para la organización de datos -ámbito donde opera Taiger-, como para tener una relación más natural con la máquina (hablar directamente con los ordenadores), visión artificial, robótica y mil aplicaciones en la vida cotidiana. Un interés rubricado por el éxito del curso, todas las plazas cubiertas y otras dos que hubo que añadir hasta un total de 32. Y eso que el curso, fruto de la colaboración de Arroyo y la facultad de informática, nació con la incertidumbre de si habría demanda suficiente. Pues la hubo, y a pesar del precio, 200€ (300€ para alumnos procedentes de fuera de la UVa), ha sido todo un éxito que refuerza el proyecto de la facultad de impartir, algún día, un posgrado sobre inteligencia artificial en Segovia.
El curso ofrece también conferencias abiertas a la comunidad universitaria segoviana. Así, el 4 de septiembre, en el ágora y a partir de las 11.14 se celebrará una mesa redonda que con la participación de los exepertos Claudio Gutiérrez (Universidad de Chile), Miguel Ángel Sicilia (Universidad de Alcalá), Juan A. Prieto (Ximdex) y Marcello Leida (Taiger) abordará el tema de Semántica Computacional: tecnología de vanguardia para nuestra sociedad. El 11 de septiembre, misma hora, mismo lugar, el tema elegido es PLN y Big Data, la inteligencia artificial aplicada a nuestro día a día, con Ángel de Buenaga (Universidad Europea de Madrid) y Rubén Lara (Vodafone).
Se consolidan los estudios de matemáticas
Frente a la populosa publicidad, ingeniería informática es una titulación minoritaria que tiene que luchar por captar alumnos y mantener el único grado de ciencias que se imparte en la ciudad. Este curso lo volverán a conseguir, y las estimaciones es que el grado empiece con entre 30 y 40 alumnos (los plazos de matriculación expiran el 28 de septiembre, casi dos semanas después del inicio oficial del curso, el 14 de septiembre). Este milagro ha sido posible, en gran medida, por la buena acogida de la titulación conjunta de matemáticas e informática, con una decena de plazas ofertadas en Segovia. “Este año hemos duplicado las matriculaciones de la doble titulación”, explica la directora de la escuela, Ángela García.
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