Grupo Calidad Pascual, propietario de la marca de agua mineral Bezoya está construyendo una nueva planta de embotellado junto a la antigua ubicada en Ortigosa del Monte. El grupo prevé destinar en la planta el grueso de los 18 millones de euros que este año tienen previsto invertir en Castilla y León, sede del grupo. En concreto, la nueva planta y en la primera fase del proyecto se destinará a 2 líneas de envasado de 1,5 y 5 litros. Se prevé que estas líneas estén en funcionamiento en el último trimestre de este año, principios de 2017, explican fuentes de la empresa. La previsión es que la inversión permita ampliar en entre 20 y 30 trabajadores la plantilla actual y a lo largo del próximo año.
El proyecto se ha retrasado unos meses al cambiarse la idea original de modificación de la vieja fábrica -de 1972 y que se destinará al embotellado en vidrio- para refundirse en un proyecto más amplio e integral con la edificación de una nueva planta y más líneas. “Ello ha conllevado una revisión del proyecto y, por lo tanto, mayor tiempo de ejecución. Este proyecto está enfocado a modernizar las instalaciones de Bezoya en Ortigosa del Monte, con el fin de hacernos aún más competitivos”, explican en Grupo Calidad Pascual. Actualmente, Bezoya supone un 20% de la producción del grupo y gira por valor de más de 100 millones de euros al año con buenas perspectivas de crecimiento.
El proyecto incluye la implementación de medidas para la eficiencia energética, como sustituir el gasóleo por geotermia, y minimizar el impacto paisajístico -uno de los inconvenientes de la vieja planta- con una cobertura vegetal.
Satisfacción en Ortigosa
En el pueblo predomina la satisfacción ante un proyecto que, amén dejar sus buenos impuestos en la localidad, garantiza para muchos años el futuro de la planta. Atrás quedan los resquemores de la pasada década, en la que desde Ortigosa se acusaba a Bezoya de agotar el manantial del que se proveé. “No tenemos problemas de abastecimiento -explica el alcalde, Juan Carlos Cabrejas-, puede que durante la temporada alta, cuando el pueblo se llena de veraneantes, tengamos algún problema puntal, pero no es el caso y es algo que, a lo más, dura una semana”. El alcalde recuerda que precisamente en verano Bezoya baja la actividad embotelladora en tanto en invierno maximiza la producción para stocks. “Ellos tienen la concesión, contra la que nada puede hacerse, y además, son los primeros interesados en mantener vivo el manantial”, explica Cabrejas.
19 agosto, 2016
Pues nada señor Cabreja que les regalen un trailer, lleno de botellas por supuesto, para los problemillas puntuales ¡manda…!