free web stats

Ashley Madison o la gran pillada

ashleymadisonHay que felicitar al Norte de Castilla por el reportaje que abría su edición del jueves. “Más 1.800 infieles segovianos, al descubierto tras el ataque informático a Ashley Madison”.

Tranquilidad, no constan nombres. Pero sí datos. En la localidad de Los Huertos debe haber “morros” estos días. Hay 200 vecinos en el pueblo y 20 usuarios de Ashley dicen vivir ahí. Infieles,  picarones, o como reza o rezaba la publicidad de la web de contactos, “aventureros confidenciales”. Con todo, y según los listados por municipios, es la capital la que de largo tiene más perfiles, 1251. Normal, digo yo que si eres de Lastras de Cuéllar y deseas una “aventura confidencial” no quedarás con el ligue en el bar del pueblo. Ni en el bar del pueblo de al lado.

Claro que lo de confidencial ha quedado muy en entredicho. A primeros de agosto, la web de citas reconoció que un ataque hacker había dejado al descubierto la identidad de sus clientes. Ashley Madison no es una web de contactos al uso, es directamente una web que promete lío. Y especialmente lío para casados. “Married dating&Discreet encounters” (en la versión española, “la vida es corta, ten una aventura”). Se investiga actualmente el entorno de la empresa, de donde parece proceder la escandalosa filtración.

Una pesquisa que poco servirá ya para 7 matrimonios en vías de divorcio. Algunos portales han empezado a publicar nombres, como el del presentador americano Joss Duggar, pillado con el carrito del helado, y que se ha apresurado a entonar el habitual y vergonzante discurso de contrición. Por si acaso, empresas de eliminación de datos on line están haciendo su agosto a costa de potenciales adúlteros. En España miles, según el portal eliminalia, con los catalanes a la cabeza (45% de las demandas de supresión), seguidos de madrileños (32%) y andaluces (8%). En general, es altamente improbable -amigo adúltero- que su nombre se deslice en ninguna lista. El principal dato público es el correo electrónico, por lo que los hackers tienen que realizar un complejo seguimiento. Así que antes de hacer nada, infórmense bien; ya hay toda una picaresca montada alrededor de la “gran cazada”, desde supuestos chantajistas a supuestos limpiahistoriales.

Pero vayamos a los datos. Obviando la capital, y atendiendo a la concentración de habitantes y con todas las reservas con que hay que acoger este tipo de informaciones, imposibles de contrastar, todo indica que Cuellaranos y Granjeños son los segovianos más “aventureros”; los más sosos en el Espinar. Y luego, entre los pueblos pequeños, ojo con Boceguillas o Abades, por no volver al pueblo de  Los Cuernos digo Los Huertos… Ahí las cosas están al rojo vivo.

En otros pueblos los cónyuges podemos vivir más confiados y entrar en el bar sin desatar una ola de cuchicheos. Especialmente los caballeros. Y es que la filtración ha puesto de manifiesto, también, que tras este tipo de webs de “lío seguro” hay mucho cuento, mucha estafa. Resulta que 9 de cada 10 usuarios de Ashley son hombres, profesionales de entre 27 y 61 años. A la hora de la verdad, un montón de golfos y cuatro frescas, que diría mi abuela.

PuterosQue para golfos, pero de los gordos, Enrique Ortiz, el empresario que con el caso Brugal y a golpe de comisiones tenía a la flor y nata del PP valenciano pagando la gasolina del yate. Yate que generosamente compartía, al menos con Aurelio Izquierdo, exdirector de Bancaja. La Cuatro emitió el sábado escandalosas conversaciones pinchadas por la poli; la planificación al completo de una juerga en el puerto de Dènia con dos pilinguis.  Con el vivalavirgen del Aurelio tomando toda clase de precauciones para no ser visto embarcando en el Love Boat; biodraminas para que la señorita -“paquete”, en el argot de estos puteros-  no se maree y nos quedemos mirando al téndido. “Tú a mi mujer dile que estoy trabajando, ¿eh?”, “Hombre claro… ji,ji,ji, trabajando, trabjando, ji, ji”. Se escucha, en un sainete digno de Esteso&Pajares; dos paletos más salidos que el pico de un pollo.

Dos golfos como dos campanas, que no tendrían nada de particular si uno no fuera el hombre que tenía comiendo en su mano al PP levantino, en tanto el otro hundió Bancaja, que a su vez lastró las cuentas de Bankia y, con la inestimable colaboración de otros cuantos más, algunos de aquí, mandó al garete a Caja Segovia.

¡Por Cristo bendito! En qué manos estaremos… Y encima tontorrón. “Sobre todo que no se entere mi mujer”, suplicaba el financiero a su proveedor. Pues mira… ya se ha enterado. Y en prime-time, cacho golfo.

 

Author: Luis Besa

Luis Besa. Periodista,

Share This Post On

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *