Posted By Redacción on 24, Mar, 2018

Pleno a cara de perro en la ciudad de Segovia marcado por el protagonismo, quizá indeseado del portavoz socialista, Alfonso Reguera, que ya venía arrastrado de sus rudas formas de afrontar la osadía de un colectivo, el de la Policía Local, de plantear medidas de presión al Gobierno local para reclamar sus necesidades pero que acabó con el enfrentamiento, igualmente áspero, con los portavoces de todos los grupos de la oposición a excepción de su “socia” de Ciudadanos, María José García, alineada en la mayoría de los casos con sus propias tesis aunque en base a sus propios intereses políticos. La relación parece satisfacer a ambas partes.

No había pasado una hora de la sesión cuando al portavoz socialista se le torció el gesto a la vista de decenas de policías locales afeándole su trato de los días pasados y reclamando su dimisión. El portavoz hasta se permitió parar la sesión con un “esto no puede ser” ante el movimiento en la grada y forzando a la alcaldesa a advertir, por dos veces, de que podría ordenar desalojar pese a que la pacífica y silenciosa presencia del grupo no justificaba tamaña amenaza.

Aunque los policías se fueron pronto su presencia quedó ya flotando en el hemiciclo durante toda la sesión, enrarecida definitivamente hasta su terminación, más cuando el punto 19 del orden del día preveía la “dación de cuenta de la gestión del Gobierno” durante 2017 que la alcaldesa abrió con un somero listado de actuaciones por áreas pero acabó convirtiéndose en un ajuste de cuentas, o varias.

Estaban los asuntos pendientes entre Reguera y el portavoz de IU, Ángel Galindo que acabaron remontándose al año 2015 cuando este les dijo que no pactaría con los socialistas para este mandato, un desplante que el socialista no ha olvidado pese al paso de los años. Reguera se acordó del anterior portavoz de IU, Luis Peñalosa y Galindo le recordó a su interlocutor que trabajó a las ordenes del anterior alcalde, Pedro Arahuetes, y que no puede aparcar la mochila que le dejaron sus años de Gobierno. Este duelo acabó con Galindo llamando maleducado a Reguera y advirtiendo que si los socialistas quieren hablar de algo con IU, no será con el portavoz como interlocutor.

No fue el único ultimato que se escuchó en la sesión. El portavoz de Centrados en Segovia, Cosme Aranguren, tras considerar “vergonzantes” las declaraciones públicas sobre el Cat y otras mesas del Ayuntamiento por parte de los socialistas proclamó que su formación “desde hoy deja de participar en cualquier mesa [no orgánica] del Ayuntamiento.

Las portavoces de PP y Ciudadanos tienen también su propia guerra abierta y mientras María José García trataba de utilizar el debate para “hablar de su libro” en tonos electoralistas atribuyéndose cualquier avance en la vida municipal y colocándose en posición de gobernante con las formas de su discurso, y las andanadas al principal grupo de la oposición, la popular, Raquel Fernández aprovechó para colocar a la de C’s en posición de “cómplice” del equipo de Gobierno, acusarla de copiar sus iniciativas políticas y pedirle que “deje de obsesionarse conmigo”.

No lo hizo, que la última moción del día era la propuesta del PP para que se firmara una comisión de investigación sobre el Cat en la que volvieron a brillar las espadas por el papel determinante del voto de la portavoz de Ciudadanos que finalmente mantuvo la pirueta anunciada para justificar su abstención a la propuesta tras vincularla a que se formara una comisión similar en la Diputación provincial para investigar Segovia 21.

García reconoció estar en desacuerdo con la forma en la que se hicieron las investigaciones del Cat pero centró su discurso en Segovia 21, incluyendo duras acusaciones sobre “chanchullos” que no aclaró. “Votamos a favor de la comisión del Cat si usted se compromete aquí y ahora a que se investigue Segovia 21” retó al concejal y presidente de la Diputación, Francisco Vázquez para justificar su abstención que sirvió para que el Gobierno rechazara la iniciativa justo antes de que la alcaldesa reiterara que “una comisión de investigación sobre el Cat no es necesaria”.

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